TropicalGem&Friends 1. Rumbón a Santander, el viaje.

Se notaban las horas previas a la salida, un cierto nerviosismo, en parte creado por la incertidumbre de….. ¿a qué hora salimos ?
Empezamos el viaje cogiendo fuerzas con un Tremendo arroz con pulpo y apalancando en el Mercamola, unas cajitas de Donuts y material suficiente para esos bocadillos de tortilla, pa´ el camino.

Recogidos todos los passengers, salimos de Torrebronx y tras unos kilómetros, localizamos al resto de la caravana, cada uno en un punto kilométrico. En el BM, el viaje transcurre sosegadito con risas, comentarios, cante jondo y algún graznido debido a la presencia del sueño, de uno de sus ocupantes, sin olvidar los TEMAZOS y TEMONES.

Cuando paramos a repostar gasolina, nos encontramos las dos primeras anécdotas grandes del momento.
1. El niño tonto, que hace una bola de nieve para tirársela al Toaureg, de su papi, (Mira papi que gracioso e inteligente soy. Esto es lo que he aprendido en 14 años) de repente suena, CLACK. El padre se pregunta qué ha pasado…¿?¿? el listo del niño, que hace las bolas de nieve con piedras dentro, por suerte la ventanilla esta subida y atizo al cristal, detrás del cristal estaba la madre que se hizo cacota del susto. Tonto y gilipollas es lo más bonito que le dijo el padre al niño, yo me partía, es mas le hubiera dado un colleja.
2. El pago con tarjetas en cualquier establecimiento requiere la comprobación del titular. Perico se va al baño y me encarga de darle la tarjeta al gasolinero para que cobre, a esto el de la gasolinera, me da un cacho de papel para que le firme un autógrafo ¿?¿? Bueno conocerán a mi hermano, dije pa´mis adentros, a esto Pedro sale dispuesto a firmar, en ese momento nos damos cuenta que el gasolinero, nos invito a gasolina. Jeje

Seguimos el viaje. Zampando los Donuts y dejando la tortilla, mejor para la noche, que seguro que el hambre apretaría.
Con más dudas que los Panchos cogemos el desvió de la 627, había mas nieve por el camino, que en una fiesta de Narcos Colombianos. El Alfa 180 ya se sentía y poco antes de llegar a Santander, le dejamos que nos pase. Con el ritmo de la lluvia y como no Pancho Crystal, llegamos al Hotel a la primera y no como el Alfa 180. Eso si, que bueno que te volvimos a encontrar.

Poco a poco el grupo fue llegando y rapidamente, arreglándonos, porque el Huracán Awachu, llego a Cantabria, de aquí a cenar y al Festival con esas peazos de camisetas……..
…….. to be continued