
Hoy he dormío mejor. Por cierto Brolin, que sepas que Perico no ronca, o será por la amenaza de muerte que le hice: "como ronques te meto un calcetín sudao en la boca". Así que no roncó :D No hay nada como la diplomacia.
El lambruceo de por la mañana fue de record, más donuts que el día anterior, así que llegamos tarde al primer taller; Anahí también, y Óscar y Ainoha directamente no fueron, que tenían más tiestos en el apartamento que un feriante coleccionista.
Cuán sorprendidos nos quedamos (algun@ gratamente, jejeje) al comprobar que habían cambiado la hora del de Ye-Mambo por el de Alfonso y Mónica. Empezamos con los primeros que he citado,
seguidos por Roi y Talía, con taller de Rumba.
Talía preguntó que quién no había hecho rumba nunca, y yo levanté la mano, porque no soy fan de Peret precisamente, pero no se refería a esa rumba. Total, que Anahí se queda to rayá y me dice "¿qué estás hablando? Pero si rumba es lo que hicimos en Benidorm con Rafa!"
Nuestros profes preguntaron también si había "chicas sueltas", queriendo referirse a "sin pareja". Ostia no, que se me va la pinza, esto lo dijeron en el de postres y cargadas, bueno da igual, ya no lo voy a cambiar ¿no? :P
Luego llegaron Alfonso y Mónica con su figurita salsera. Roi seguro que se puso triste porque no hicieran otro de bachata como el día anterior :D :D Como pa llamarlo Roi Miguel del Amargue, te deshereda.
Mu bueno eso que dice Alfonso después de hacer el primer básico "¿Alguna duda hasta aquí?".
Por último, como colofón, de nuevo Anita. Ah, sí, también estaba Adrián por allí, bastante más relajado que el día anterior. La figura que aprendimos, de puta madre, creo que puedo hacerla una noche si en lugar de dar 3 giros en 5-6-7 doy 1 o 2, que si no terminamos más "estrozaos" que el escape del vespino de un hippie.


Tras eso, ponemos rumbo a los madriles.
1 comentario:
Pues tú dormirías mejor, pero lo que es una durmió aún menos que la noche anterior; normal, teniendo en cuenta que cuando llegué al apartamento, todo el mundo empezó a comer como si lo fueran a prohibir. Por mi parte, me zampé un donut acompañado de un Nesquik (a falta de Cola-cao), y a la cama.
Después de quedarme medio sopa, me levanto con la noticia de que tenemos que desalojar el apartamento o nos iban a cobrar suplemento. Vamos, que recogimos todo a la velocidad del taquión y yo conseguí llegar a la clase de rumba a tiempo porque empezó más tarde. Pedazo de clase! Después de recordarle al Pisha las tres horas de clase con Rafel González en Benidorm, de las cuales una hora y media fueron de rumba, se convenció de que la había bailado ya. Coreografía para la parte rumbera de la canción Aguanilé; vamos, todos flipados allí, y sin notar el cansancio (o casi).
Después la clase de Alfonso y Mónica, que pude dar gracias a que cambiaron su horario. La figurita salió muy bien, Pisha! Y los libres sencillitos, pero chulos, para que todo el mundo los recuerde y pueda hacerlos.
Y para terminar, la figura de Anita y Adrián, que ese día sólo se había tomado tres cafés, no como el día anterior, que había que hacer un taller sólo para conseguir entenderle, y un intensivo de varias horas para intentar hablar como él. Esta vez no era coreografía, por lo que me gustó más, aunque con la del sábado me lo pasé muy bien.
Y, oh, se acabó! Jo, a pesar de haberme tragado diez clases en día y medio, el final llegó de repente y me dejó con ganas de más; supongo que por eso, después de la comida a lo grande con los grandes, ensayamos un poco en la gasolinera; hay que aprovechar cualquier momento para ir a tó killo!
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